Victoria de Angelis no ha podido evitarlo y ha vuelto a recaer en una adicción que no puede controlar.
La bajista de Maneskin junto a sus compañeros de banda Damiano David, Ethan Torchio y Thomas Raggi es todo un icono para muchas niñas que gracias a ella están comenzando a aprender música y a interesarse por su instrumento, el bajo. Además de un modelo a seguir, es todo un referente en estilo ya que su interés por la moda y su buen gusto al vestir con ese toque descarado la convierten en el centro de todas las miradas. Es por este motivo por el que los fans no se han podido creer lo que acaba de hacer Victoria.
Victoria de Angelis cae otra vez en su adicción
Victoria quien es famosa por su larga melena rubia que enmarca su cara, sus dos alucinantes ojos azules y una esbelta figura, ha dado un paso más dejando a todos los fans alucinados.
La adicción de Victoria de Angelis: los tatuajes
De toda la banda compuesta por Damiano, Victoria, Ethan y Thomas, el más tatuado sin duda es David quien lleva tatuajes de todo tipo. En su cuerpo se mezclan imágenes con textos como «La danza de la vida», título del primer disco de Maneskin. Damiano, Victoria, Ethan y Thomas, durante sus primeros viajes a Londres tras ‘X Factor’, también se hicieron un tatuaje que les unió aún más como banda.
Pero ahora Victoria ha decidido añadir algunos diseños nuevos a su cuerpo
Tras la gira por Estados Unidos y la participación en los Grammys, los Maneskin regresaron a Roma para aparecer en el Festival de Sanremo como invitados. Estos días están ocupados en el estudio preparando los temas para la gira europea e italiana que los llevará a estar fuera de casa durante mucho tiempo. Entre ensayos, Victoria siempre encuentra tiempo para relajarse y salir con su hermana Verónica y sus amigos de toda la vida, y cómo no para dar rienda suelta a su adicción y hacerse algún que otro tatuaje.
Los fans por su parte han reaccionado y si bien es verdad que a la mayoría les ha encantado el tatuaje, otros le dejan claro a Vic: «¿Otro más? no arruines tu cuerpo diosa», lo que deja claro, que nunca llueve a gusto de todos.
