Las redes sociales llevan desde anteayer hirviendo debido a que Johnny Depp no estará en la secuela de Willy Wonka. Esa es la mala noticia. La buena es que el nuevo proyecto de Timothée Chalamet podría ser, precisamente, sustituir a Johnny Depp. ¿Cuándo se estrena y cómo será la peli? Te contamos todos los detalles a continuación.
Bueno, bueno, bueno. BUENO. No sabéis cómo estaban los usuarios de redes sociales (es decir, LA HUMANIDAD) al enterarse de que Johnny Depp no sería Willy Wonka en la secuela que Warner tiene prevista. Hay un motivo de peso, y no tiene, creemos, nada que ver con el movidote alrededor de su separación de Amber Heard, que le ha hecho cancelar otros rodajes, sino con el hecho de que se filma una precuela sobre sus años de juventud. Esto enlaza directamente con el nuevo proyecto de Timothée Chalamet: si Tom Holland lo permite, él será el sustituto de Depp. Espera, que tenemos todos los datos.
Hasta ahora, Holland y Chalamet son los dos únicos candidatos que se contemplan
Salvo que ocurra un desastre, Tom y Timothée son los dos únicos posibles fichajes para dar vida a Willy Wonka en la película, cuyo casting arranca casi que ya y que tiene hasta fecha de estreno: 17 de marzo de 2023. Sí, amiguis, habrá que esperar un poco.
Ahora mismo, Timothée se encuentra rodando uno de esos peliculones que lo van a petar fuerte, Don’t Look Up, con Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio, sobre dos astrónomos que anuncian que un cometa impactará contra la Tierra. Tom, por su parte, se ha vuelto a poner el traje de hombre araña y ya filma una secuela. ¿Quién terminará quedándose con el puesto de Willy Wonka? Yo apuesto por Timothée por estas razones:
Estoy segura de que el nuevo proyecto de Timothée Chalamet se hará realidad
Esto es poner un poquito la mano en el fuego, ya lo sé. Pero tengo tres razones de peso: una, que Tom Holland es Spider-Man, y quizá hay demasiada identificación entre el superhéroe y el actor como para que la gente se pueda fascinar con él como Wonka. La segunda, que el físico de Chalamet guarda mucha más relación con su antecesor, Johnny Depp, y quizá sea más creíble.
La tercera razón es más subjetiva: Timothée es un valor al alza y eso significa más dinerito para la taquilla.
Lo que vamos a ver en Wonka
Warner guarda un secretismo brutal alrededor de la trama, pero tenemos pistas. Si recuerdas la peli de 2005, Charlie y la fábrica de chocolate, Willy Wonka era un excéntrico fabricante de dulces que no podía pronunciar la palabra «padres». Y no era por azar, claro, sino porque había tenido una infancia muy dura marcada por el distanciamiento de su padre, Wilbur Wonka. Pues bien, este será uno de los pilares en los que se sustenta el argumento de esta precuela: la difícil relación padre-hijo y la ruptura total entre ambos (Wilbur era dentista y Willy decide llevarle la contraria haciendo golosinas). Todo, con el inconfundible sello de fantasía que imprimió Roald Dahl en su cuento.
Un proyecto largo de rodar y costoso
Este tipo de películas tienen un enorme trabajo de preproducción y posproducción, y además aún tenemos encima la pandemia, por lo que Warner no ha querido pillarse los dedos. De momento, hay que decantarse por un candidato, aunque estoy segura de que la mayoría de quienes leéis esto estáis susurrando «que sea Timothée, por favor». Yo os digo desde ya que lo verdaderamente importante aquí es el argumento.
El argumento: