Como cantaba uno: «cuando nadie me ve, puedo ser o no ser» y estos dos parece que han decidido ‘ser’ amigos cuando nadie les ve y tenemos la prueba.
Convertidos en dos de los colaboradores más populares de ‘Viva la vida’ y acaparando cada vez más minutos del programa con sus aventuras y desventuras, Ana María Aldón y José Antonio Avilés suelen protagonizar algún que otro enfrentamiento en directo a causa del fuerte carácter de ambos y de la confianza que tienen desde que coincidieron en programas como ‘Supervivientes’ o en ‘Ven a cenar conmigo gourment’. Sin embargo, ¿cómo es su verdadera relación cuando se apagan los focos y creen que nadie les ve?
Ana María Aldón y José Antonio Avilés en realidad son amigos y tenemos la prueba
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En esta ocasión, y celebrando la exclusiva conjunta que ambos han dado en el programa sobre la inminente venta de Cantora por parte de Isabel Pantoja y Kiko Rivera a un aristócrata relacionado con la Familia Real, Ana María y José Antonio han disfrutado de una tranquila velada en una conocida terraza de la capital, donde fuimos testigos de la amistad que mantienen la mujer de José Ortega Cano y el cordobés. Y es que, ajenos al mundo y completamente enfrascados en una apasionante conversación, los colaboradores de ‘Viva la vida’ intercambiaron confidencias durante una relajada cena en la que no faltaron las sonrisas, demostrando las buenas migas que han hecho a raíz de su trabajo en televisión.
Una vez finalizada la noche – por lo menos para ellos – Avilés, completamente mudo, se mostraba de lo más serio ante nuestras cámaras y, dejando su verborrea para sus colaboraciones televisivas, se marchaba sin ni siquiera responder a la pregunta de cómo había ido la velada. Ana María, por su parte, ha señalado que Ortega Cano está «bien» de salud, pero sin embargo ha evitado pronunciarse tanto sobre el mal momento de Amador Mohedano por lo que extraña a Rosa Benito, y sobre el local que el hermano de Rocío Jurado y Gloria Camila habrían abierto en Chipiona con el nombre de ‘La más grande’ sin pedir permiso para ello a Rocío Carrasco.
