⁤ ⁤ ‍En el​ fascinante drama corporativo ‍que es la industria tecnológica, no hay nada como ver a ‌dos gigantes⁤ enfrentarse, pero esta ⁣vez con un giro inesperado. Western Digital parece haber metido la pata en ​una ⁢clásica competencia⁤ de patentes contra SanDisk, ⁤con‍ la​ gracia de un elefante ‍en‍ una⁣ tienda​ de⁤ porcelana.​ Mientras​ ambos titanes‌ se preparan para una separación tipo «es complicado» en⁢ el amor moderno, ⁤un tribunal⁤ decidió que⁣ Western ‌Digital había infringido ⁣las​ patentes.⁣ Imaginen a Western Digital en una terapia de pareja,‍ intentando convencer a SanDisk de que todo fue solo ⁤un malentendido, mientras ⁤un abogado de patentes ​con ⁤corbata de lunares ⁢los observa, tomando⁣ notas diligentemente.

⁣ Entre las consecuencias de este enredo legal, ‍cosas ‍como estas ‌sucedieron:
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SanDisk ‍se lleva la ‍sartén‌ por el mango: Como quien gana ⁤un⁢ duelo de baile en el que⁣ nunca supiste que estabas⁢ participando.
Western ‌Digital paga​ las copas (y algo más): Una compensación económica digna de un ⁢buffet ​en Las Vegas.
Separación amistosa ​(o casi): ⁢ Mientras ⁣las risas incómodas llenan ‍la sala de juntas.

Dicho esto, la‌ junta ‍de accionistas parece ‌más un circo de tres pistas que una ‌reunión de ‌negocio. Si ​SanDisk y Western ‍Digital fueran estrellas de​ cine, ​su separación podría titularse «Rompamos,⁢ pero sigamos⁤ siendo amigos solventes». La verdad es que ⁤todo ‍esto deja a ambos ⁣luchando por su propia agenda digital, como‍ si⁢ intentaran compartir una diaria​ pizza hawaiana sin piña. Después‌ de⁢ todo,⁤ en el mundo ​tecnológico, los rupturus podemus son ‍parte del espectáculo.