Imagina el panorama: año 2020, el año más largo de la historia. Pandemia. Distancia social. Mascarillas. Miley sale de su casa a hacer cosas de Miley. Correcto hasta ahí. Pero de repente, en el parquímetro… Amigos, queridos todos: nuestra cantante se ha marcado lo que yo llamo un coronacyrus. Necesito desver, pero antes, quiero que lo veáis conmigo. Por higiene mental.
Me encanta el mullet de Miley Cyrus. Lo juro. No es coña. Le da un rollazo bestial. Supongo que eso es lo que fue a hacer a la pelu de la que salía, retocárselo, cuando la pillaron… así. Puaj. Es que mirad, os cuento. Lo de hoy me ha dejado bizca. Y yo me lo paso muy bien contándoos horrores visuales varios, pero el de hoy me tiene con el estómago a la altura de las amígdalas. Amigos, amigas: con vosotros, el coronacyrus.
De Hannah Montana a Hannah Marrana
Sí, querida. Voy a ser sincera contigo porque esto me pilla ya con una edad en la que no me importa rascarme el entreteto en público, te quiero comentar. Lo de marrana no lo digo por tu etapa, digamos, liberadora. Ni por tus despelotamientos, que celebro y aplaudo porque nuestro cuerpo es nuestro y estaría bueno que nadie te dijera qué hacer. Ni por marcarte aquel nude encima de una bola de demolición: oye, muy bien. Si obviamos el hecho de que a mí me daría todo el fresquete por la parte que se arrejunta con el salvaeslip, muy bien hecho.
Tampoco lo digo por el vídeo que te marcaste en Insta hace unos días y con el que burlaste a la pacata censura de esa red social. ¡Ole por ti! Pero no, Miley. Lo de marrana lo digo por el gesto nocivo que te marcaste en el parquímetro. Que sí, que lo enseño ya porque no puedo con la vida, porque necesito compartir este dolor visual:
«Bueeeeeno, pues llega el momento de pagar, verás la clavada». 
«Con esta tarjeta, que es la que tengo más despejadita. A ver, ¿cuánto era?». 
«No se ve, maldita pantalla de cristal liquido. ¿Con qué podría limpiarla? Bah, con esto mismo. Si total, NO HAY VIRUS MORTALES EN EL MUNDO NI NADA AHORA».
Miley, me pide me perdona: ¿por qué haces eso?
A ver, Mailisairus. Yo me pregunto aquí, en mi humilde puesto de trabajo, mientras miro estas imágenes: ¿de verdad no vas por ahí con tu frasquito de gel hidroalcohólico? No sé, chica, un pañuelito de papel, su poquito de gel y no haces esa marranada con la camiseta. Que no voy ni a comentar lo que se dan de sí haciendo lo que tú has hecho porque no es ni de lejos lo más importante, pero vamos, yo soy Billy Rae y te veo así y a ver, me sale la madre ibérica que llevo dentro, pero el amago de colleja estilo «NOMENOMENOME QUETEQUETEQUETE» te lo suelto.
Vale, que sí, que amagar con collejas está muy mal, pero peor está ir llevándote puesto el coronacyrus y expandirlo entre los tuyos. QUE SE TE PUEDE PONER MALITO TU NOVIO EL GEMELO ESTILÍSTICO, MAILISAIRUS. ¡Que las manos luego van al pan, Mailisairus!
Sé ‘hot’, Miley, pero no marrana, y di «no» al coronacyrus
Vi tu actuación del 18 de septiembre en el iHeartRadio Music Festival. Supersexi con tu mono transparente de Thierry Mugler. Tus fans seguro que fliparon con Who Owns My Heart. Así es como te quiero ver, Miley: estupenda, con ese carisma que te rebosa por todas partes. Pero por favor, no restriegues más camisetas contra focos de contagio del puñetero coronacyrus. Que como sigas así, y teniendo en cuenta dónde vives, vamos a terminar con medio Hollywood hecho polvo. No le hagas esto más a mi pobre corazón (esto lo va a pillar tu padre, me temo, y poco más).
