El éxito de público y crítica que está cosechando con su obra teatral ‘Desmontando a Séneca’ ha situado a Jorge Javier Vázquez en el punto de mira de muchos actores.

Por ejemplo de Álvaro Morte, que recientemente confesaba que no entiende como un presentador puede estar llenando teatros mientras algunos profesionales del mundo de la interpretación, con espectáculos increíbles, no tienen la oportunidad de darles salida.

Al margen de las críticas al comunicador, Jorge Sanz no ha dudado en mostrar su apoyo a Jorge Javier, al que define como «un tipo muy inteligente». «Invierte mucho en teatros, la pasta que gana se la gasta invirtiendo en teatros» asegura, dejando claro que no comparte la opinión del protagonista de ‘La casa de papel’ sobre el presentador.

«Es un tío muy brillante. Hace unas entrevistas magníficas. Maneja el espectáculo como nadie, míralo, sino de qué iba a estar ahí», concluye, desmarcándose de los que tachan al popular comunicador de intruso por compaginar la televisión con el teatro.

En un momento muy tranquilo de su vida, y feliz con su faceta de abuelo primerizo, Jorge Sanz nos cuenta que «vive muy sereno» con sus hijos, su nieta Vera – «los adoro», afirma – y su pareja, Marta, «un cielo de mujer» de quien se confiesa «súper enamorado». «El sitio donde estoy ahora es un sitio maravilloso», reconoce.

Sobre su íntimo amigo Antonio Resines, el protagonista de ‘Belle Époque’ se muestra feliz por su recuperación tras sus dos meses ingresado por Covid y señala que nos queda «Antonio para rato. Va a dar más guerra que nunca».

Una enfermedad de la que también se ha contagiado Belén Esteban, a quien Jorge Sanz ha dedicado unas bonitas palabras: «Es fantástica, una grandísima actriz, me acabas de dar un disgusto. Es una guerrera, superviviente y además ya verás cómo volverá con fuerza, no es como Resines y yo que ya estamos* yo de abuelo y el otro* estamos de bastón, ella no, ella vuelve a primera línea del frente». ¡Dale al play y no te pierdas sus declaraciones!

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MADRID, 3 (CHANCE)

Apenas 24 horas después de presidir con el Rey Felipe el acto de las Medallas de Oro al Mérito de las Bellas Artes en Pamplona, la Reina Letizia ha retomado su agenda en Madrid entregando las Ayudas a Proyectos Sociales de la Fundación Mutua Madrileña en su X Convocatoria, que reconocen e impulsan iniciativas de entidades sin ánimo de lucro que contribuyen a mejorar la realidad socioeconómica y la calidad de vida de diversos colectivos vulnerables.

Un acto de claro corte social en el que la monarca ha vuelto a demostrar su maestría en lo que a looks ejecutivos se refiere, luciendo un elegantísimo traje sastre en color negro. Pero si algo ha llamado poderosamente la atención de su estilismo es su blusa, una prenda de estreno de estilo étnico y de origen inequívocamente ucraniano.

Un diseño blanco, con cuello a la caja con cordón rematado en dos borlas, manga larga abullonada y los bordados típicos del Báltico en colores rojo, verde y amarillo. Una blusa nueva con la que la Reina Letizia ha dado un paso al frente y se ha posicionado tras la invasión de Rusia a Ucrania, de la que se cumple una semana.

Así, dejando a un lado la neutralidad de la que siempre hace gala, la monarca ha dejado clara su postura y su apoyo al país báltico, luciendo una de sus prendas más tradicionales. Y, para que no quedase ninguna duda, se ha quitado la americana que llevaba sobre los hombros a su llegada al acto, para que todos pudiésemos ver a la perfección su blusa más reivindicativa.

Como complementos a este look que dará mucho que hablar por el significado que tiene, unos altos salones en color negro, una cartera de mano y un cinturón ancho de piel marcando cintura, todo del mismo tono que su traje sastre, además de su inseparable anillo de Karen Hallam y unos pequeños pendientes de oro en forma de aro que ha lucido en más de una ocasión en los últimos meses.

La Reina Letizia y la Infanta Sofía, sin síntomas, continuarán con sus actividades previstas con normalidad

El Rey Felipe VI ha dado positivo por COVID-19 en la prueba a la que se ha sometido este miércoles tras presentar síntomas leves desde la tarde de ayer, según ha informado Zarzuela en un comunicado. El estado de salud del monarca «es bueno» pero se ha procedido a suspender todas sus actividades oficiales en los próximos siete días, durante los que permanecerá en aislamiento. No obstante, ha precisado Casa Real, «mantendrá su actividad institucional desde su residencia».

Por otra parte, Zarzuela ha aclarado que tanto la Reina Letizia como la Infanta Sofía no presentan por ahora síntomas y «podrán seguir con sus actividades previstas con normalidad, según las normas establecidas». Ambas se someterán a los protocolos de seguimiento previstos en estos casos, puntualiza el comunicado.

Don Felipe no ha podido recibir hoy en Zarzuela como tenía previsto al presidente de Bosnia, Zeljko Komsic, a quien además iba a brindar un almuerzo acompañado por Doña Letizia.

Para este jueves su agenda oficial incluía una audiencia con el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, por la mañana así como la entrega a última hora de la tarde de el XVIII Premio de Economía Rey de España en una ceremonia en el Banco de España.

El Rey se administró la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 el pasado 29 de mayo en el WiZink Center de Madrid, «en lugar y tiempo según le ha correspondido» por el protocolo establecido por las autoridades sanitarias por su edad, según indicó entonces Zarzuela, que posteriormente no ha informado de si había recibido la segunda dosis o si ha llegado a ponerse la tercera